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El Gobierno cree que puede llegar a las PASO con el dólar calmo, la inflación en baja y la actividad repuntando

“Están dadas las condiciones para volver a crecer y que la inflación baje”. La frase es de uno de los máximos responsables de la conducción de la política económica del país y que tendrá un rol clave para las chances del oficialismo en las elecciones. Cree que la actividad económica podría retomar un ritmo de crecimiento anualizado de 3% y la inflación de junio ser menor a 3%. “El trabajo sucio ya se hizo”, confía.

Esa afirmación tiene un significado especial, mirando al 11 de agosto, el domingo de las PASO, una elección que no define formalmente nada, pero se ha convertido en crucial, por las proyecciones que se hagan de los números que se conozcan esa noche.

Después de más de un año de crisis cambiaria, megadevaluación recesión y disparada inflacionaria, el Gobierno cree que puede llegar a primer test electoral mejor parado que lo que imaginaba apenas un par de meses atrás. Esto es, con el dólar tranquilo, la inflación en descenso y la actividad económica en leve recuperación.

El cambio de ánimo en las filas oficialistas tiene una fecha precisa. El lunes 29 de abril,antes de que abrieran los mercados, se anunció que el Banco Central podría intervenir libremente en el mercado cambiario. Resumen financiero: desde entonces el tipo de cambio cayó 7%, el riesgo país retrocedió casi 200 puntos y la Bolsa subió 45%.

Las encuestas que están apareciendo en los últimos días parecen reforzar la visión que está teniendo el Gobierno. En los despachos oficiales enumeran, además, la siguiente lista de datos salidos a la luz en los últimos días. Todos optimistas.

– Superávit primario de $ 36.896 millones entre enero y mayo, una cifra que supone un sobrecumplimiento de la meta con el FMI (estipula superávit de $ 20.000 millones para el primer semestre). “Es la primera vez desde 2012 que el sector público nacional no financiero tiene un superávit primario en los primeros cinco meses del año”, dicen en Hacienda.

– Crecimiento de la economía: se verificó en mayo luego de trece meses consecutivos de caídas interanuales. Así lo midió la consultora Orlando Ferreres & Asociados esta semana: ese mes se registró una leve mejora de 0,3% respecto al año anterior y 0,8% en relación a abril. El Indec publicó también que el EMAE de abril cayó (1,3%), el menor ritmo de contracción desde el inicio de la recesión. Para el Gobierno esto significa que la recuperación está a la vuelta de la esquina.

– Exportaciones: Nicolás Dujovne dice que las exportaciones impulsarán la recuperación de la economía argentina, para muchos algo exagerado si se tiene en cuenta que el consumo representa cerca del 70% del PBI. Recién en mayo el salario podría ganarle a la inflación. Dicho esto, en la semana el Indec mostró que las ventas argentinas al exterior en mayo registraron el mayor salto en nuevo años al aumentar 16,5% interanual y casi 35% en cantidades. En términos de superávit comercial se trata del mejor arranque desde 2012.

A los brotes verdes de la economía real, el Gobierno le suma una lista de indicios en el frente financiero. “Configuran un punto de partida que ayuda”. Notan que “mucha de la dolarización ya ocurrió y hay empresas que tuvieron que vender dólares para pagar el impuesto a las ganancias”.

En el oficialismo saben que la pax cambiaria tiene fecha de vencimiento. El momento de testear el mecanismo de intervención del Banco Central en el mercado cambiario -aprobado por el FMI a fines de abril-, se acerca. Con las PASO a casi un mes, la probabilidad de que el precio del dólar registre algún salto brusco aumenta. “Es difícil descartar un posible aumento en el atesoramiento de divisas en momentos previos a las elecciones como sucedió en otros años”, dice en un trabajo reciente el economista Gustavo Reyes, del Ieral Fundación Mediterránea.

El politólogo Ignacio Labaqui registra que el gobierno está adquiriendo un “momentum” que, si lo conserva, puede darle satisfacciones sino en las PASO, más probable en la primera vuelta de octubre. “Se está dando la polarización que deseaba, no queda nada en la avenida del medio”, añadió.

Tanto los economistas privados como los del Gobierno aclaran que la cuestión de fondo -o como les gusta decir a los economistas ‘el sesgo de la política económica’-, no se alterará de acá a las elecciones. “La política del banco es contractiva y las tasas son altas”, dice un funcionario clave. “No existe un escenario de tasas bajas y expansión monetaria para las elecciones”.

Reyes sostiene en un trabajo que la intensidad de la recesión actual ha sido similar al promedio de las recesiones de los últimos 35 años. El tema es que ha resultado bastante más profunda que las de 2013 y 2015 y el Gobierno acusó el impacto. “La economía de Argentina habría frenado su caída durante los últimos meses del 2018 y comenzado una lenta recuperación en los primeros meses del 2019, con la excepción de marzo donde la mayoría de los indicadores se deterioraron debido al salto del dólar. Los datos provisorios de abril y mayo muestran que en dichos meses se habría retomado nuevamente el sendero de recuperación de los primeros meses del año”. Y agrega: “En la medida que los posibles candidatos a gobernar nuestro país expliciten las acciones concretas que tomarán, tanto para resolver los problemas citados anteriormente como la forma de encarar las reformas estructurales pendientes, el proceso de atesoramiento podría atenuarse y consolidar la modesta recuperación observada en los últimos meses”.

El set de “semáforos” que observa el Gobierno

Semáforos verdes: – El dólar bajó 7% en los dos últimos meses –La bolsa subió 44% en dos meses – Se acentuó el superávit de la balanza comercial – Confianza del consumidor: la medición de la Universidad Di Tella subió 11,2% en junio.

Semáforos amarillos: – La inflación continuaría en descenso y acentuaría la tendencia en junio, que podría dar una suba del 2,6% según proyecta la consultora Elypsis – Riesgo país: sigue alto (829) puntos bajó sensiblemente desde los 1013 alcanzado el 3 de junio – La actividad económica (EMAE) creció 0,8% en abril

Semáforos rojos: Empleo: la desocupación ya se instaló arriba del 10%; Consumo: sigue sin levantar; Salarios: perdieron más del 12% en 2018 y acumulan una pérdida de poder adquisitivo de casi 3% en lo que va de 2019. Tasa de interés: El BCRA está dispuesto a mantenerlas bien altas, como una herramienta clave para prolongar la calma cambiaria.

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