Esta semana podría darse la primera ola de calor del verano. Hasta ahora la temporada estival no tuvo grandes picos de altas temperaturas. La más elevada tuvo lugar en diciembre (38°) y luego hubo algunos días calurosos a fines de enero. Pero en general, este verano viene siendo menos hostil para porteños y bonaerenses.
Esto, según el Servicio Meteorológico Nacional, está a punto de revertirse. En las próximas horas se dará la primera ola de calor y el termómetro subirá hasta los 39° de temperatura en la Ciudad.
“Es lo que se desprende del pronóstico. Esto es poco común porque para nosotros el verano se termina el último día de febrero. Y hasta ahora no tuvimos olas de calor, que en general se dan más en enero“, comentó Cindy Fernández, meteoróloga del SMN.
El pronóstico oficial dice que el termómetro comenzará a subir y llegará a un pico máximo antes del fin de semana. El lunes arrancará con una máxima de 33° e irá subiendo dos grados por día: 35° el martes, 37° el miércoles y un pico de 39° el jueves. Las mínimas también serán altas y oscilarán entre 23° y 26°.
Al darse estas temperaturas en los próximos días, el verano porteño tendría su primera ola de calor. Se trata de un período en el cual las temperaturas máximas y mínimas igualan o superan, por lo menos durante 3 días consecutivos y en forma simultánea, ciertos umbrales que dependen de cada localidad y que están vinculados a los registros máximos históricos.
En el caso de la Ciudad de Buenos Aires, la ola de calor se da cuando se registran tres días consecutivos con máximas superiores a 32,3° y mínimas por encima de los 22°. La ola más larga que tuvo en su historia la Capital fue en 2013, cuando el agobio se extendió durante 9 días.
Frente a la ola de calor, las recomendaciones de los organismos de salud son: aumentar el consumo de líquidos sin esperar a tener sed para mantener una hidratación adecuada; no exponerse al sol en exceso, ni en horas centrales del día (entre las 11 y las 17 horas); evitar las bebidas alcohólicas o muy azucaradas, reducir la actividad física; usar ropa ligera, holgada y de colores claros; sombrero y anteojos oscuros.
Ante dolor de cabeza; vértigos; náuseas; confusión; convulsiones y pérdida de conciencia; piel enrojecida, caliente y seca; respiración y pulso débil, y elevada temperatura corporal (entre 41 y 42 grados centígrados), se deberá actuar de la siguiente manera: trasladar al afectado a la sombra, a un lugar fresco y tranquilo; hacer que mantenga la cabeza un poco alta, intentar refrescarlo, mojándole la ropa, aplicarle hielo en la cabeza, darle de beber agua fresca o un poco salada, y solicitar ayuda médica.