Ni confuso, ni absurdo. Tampoco desconcertante y menos ridículo ni delirante. “Acá hay un hecho claro y contundente, que es el hallazgo de un maletín en la habitación de un hotel, en la ciudad de Córdoba. Un maletín, por cierto que llamaba mucho la atención porque tenía una batería adherida en su interior, un cargador de celular modificado, con pinzas de cocodrilo en lugar de la ficha típica de un celular”.
El juez federal Miguel Vaca Narvaja, quien ordenó la detención de Gabriela Medrano y Felipe Zegers, dos artistas chilenos que el fin de semana último habían ofrecido una charla en la Ciudad Universitaria de Córdoba, como una actividad relacionada al Congreso de la Lengua. Los habían invitado para una performance en la que unos parlantes leen la Declaración de los Derechos del Hombre en lenguaje inclusivo.
Cuando dejaron el hotel, antes de las 6 de la mañana del domingo, “olvidaron” el mencionado maletín. La sospecha se dimensiona cuando Medrano y Zegers se van sin pagar, según denunció Rogelio Galván, el conserje del hotel, quien se encontró con el objeto peculiar y llamó a la Policía, que a su vez convocó a la División Explosivos para hacer detonar, preventivamente, el maletín, siguiendo el protocolo pertinente.
“La Policía de Córdoba sospecha que ese maletín podría ser parte de un artefacto explosivo, por lo cual se activa la alarma para revisar todos los sitios en donde se desarrollaron las actividades del Congreso de la Lengua y en donde habrían estado estas personas. Uno de ellos era el Palacio Ferreyra, donde tenía que hablar el Gobernador Schiaretti”.
Paciente, detallada, la explicación de Vaca Narvaja despeja cualquier tipo de confusión. “No la hay en absoluto. El maletín era sumamente sospechoso y se trabajó de acuerdo al protocolo de investigación”, afirma el magistrado, que ante la pregunta de por qué se detiene a los ciudadanos chilenos, quien llevan dos días arrestados e incomunicados en la Alcaldía de Tribunales de Córdoba, responde que “por la posibilidad de tenencia de explosivos, como lo señala el artículo 189 del Código Penal. Se infiere un grado de peligrosidad que justifica la detención”.
Otro dato que no puede soslayarse es que los perros de la División Explosivos dieron una identificación positiva al oler “tolueno”, hidrocaburo con el que se fabrican explosivos. “Es un indicio que no se puede pasar por alto. Es un elemento más que se tuvo en consideración”, agrega Vaca Narvaja.
Para Alfonso Mosquera, Secretario de Seguridad de Córdoba, “se llevó a cabo un procedimiento adecuado dado el hallazgo de un elemento (tolueno) idóneo para detonar una explosión, máxime teniendo en cuenta que se trataba del cierre de un evento relevante a nivel nacional e internacional, en el que estuvieron los reyes de España, un escritor de la talla de Vargas Llosa y un artista como Joaquín Sabina”.
Desde hace un año como Secretario de Seguridad, Mosquera afirma que “no se trabaja sobre hipótesis, sino sobre cuestiones objetivas, y no tiene dudas que “el hallazgo de un dispositivo electrónico que podría provocar una deflagración. Una razón más que suficiente para activar todos los protocolos de seguridad. El trabajo realizado por la Dirección General de Investigaciones de la Policía de Córdoba ha sido de un profesionalismo excepcional”.
Desde Chile, colegas y periodistas critican el accionar del Ministerio de Seguridad de Córdoba -que fue apoyado por la propia ministra Patricia Bullrich, quien estuvo siguiendo cada detalle de lo sucedido-,tildándolo de “ridículo”, y señalan que el objeto encontrado “forma parte de una intervención artística”.
“Es un operativo que se desprende a partir del hallazgo de un elemento sospechoso -enfatiza Vaca Narvaja-. Hay que pensar que el hallazgo de un elemento tan llamativo el día de la jornada de cierre de un evento tan importante como el Congreso de la Lengua implica tomar todas las medidas precautorias. Siempre hay que pensar lo peor para poder prevenir. ¿Se lo olvidaron, lo dejaron a propósito? No sabíamos nada, investigar era nuestra obligación”.
Medrano y Zegers llegaron el domingo a Buenos Aires, donde rumbearían a Chile. Sin embargo, el juez Vaca Narvaja ordenó requisarlos, allanarlos y capturarlos el domingo a la noche. Se los traslada a la comisaría 53 y el lunes los trasladaron a Córdoba. Este miércoles, la fiscal Graciela López de Filoñuk tendrá a su disposición el expediente con toda la información del caso (pericia del maletín, procedimiento realizado y los movimientos de los ciudadanos chilenos) para determinar si existen los delitos necesarios para formular, o no, una acusación.