Por la humedad llegaron las típulas, un “pariente gigante” de los mosquitos

“¿A ustedes también les han aparecido en sus casas unos mosquitos tamaño velociraptor?”. “¿Alguien me puede explicar por qué el departamento está lleno de mosquitos gigantes cuando es casi invierno?” Mensajes como estos se multiplicaron en las redes. Para quienes los escribieron, dos respuestas. Lo que ven son típulas. Y no son mosquitos.

Aunque suelen confundirse con ellos -de hecho, se los llama popularmente “mosquitos gigantes” o zancudos– es importante aclarar que no son mosquitos.

“Desde el punto de vista biológico, las típulas son dípteros. Son parientes de los mosquitos y de las moscas, pero son diferentes. Tienen otro ciclo de vida“, cuenta Manuel Espinosa, biólogo y entomólogo, miembro del Área de Enfermedades Transmitidas por Mosquitos de la Fundación Mundo Sano.

Las típulas son inofensivas. No se alimentan de sangre, sino que se nutren de néctar, flores y frutos. Por lo tanto, no pican a las personas y no les transmiten enfermedades. Eso nos desliga de la necesidad de matarlas o de sacarlas de nuestra casa.

Suelen estar en todos lados, como el campo y la ciudad. Sus patas son muy largas y finas. Pero vuelan lento. Además, tienen alas mucho más grandes que las de los mosquitos. En total, su tamaño suele llegar casi al centímetro, entre 8 o 9 milímetros, mientras que los mosquitos a simple vista miden 2 o 3 milímetros.

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¿Por qué aparecieron a una semana de que empiece el invierno? Espinosa le echa la culpa al clima, en especial a la humedad, que es muy favorable para el desarrollo de estos y otros insectos.

“Si no hubiese humedad, la sensación térmica y el calor serían mucho menores en esta época. Es la humedad la que genera una atmósfera que permite que las temperaturas estén por encima de los 14 a 20 grados, que es un rango muy favorable (para estos insectos)”, dice el experto.

Pero el tema no termina acá. “No descarto también que haya ochlerotatus“, dice Espinosa. Estos sí son mosquitos. Es una especie que todos los años tiene oleadas en esta época.

Los ochlerotatus son del ambiente rural. Por las lluvias, hay más charcos que son semipermanentes y más áreas que se inundan. Entonces, se generan poblaciones de estos mosquitos en abundancia. Y el viento los trae a la ciudad.

“Uno piensa que sólo en el verano hay mosquitos. Pero los meses de otoño tienen condiciones ambientales que son mucho más favorables para ellos: alta humedad, que hace que haya temperaturas más agradables y más favorables para su desarrollo”, sigue Espinosa.

“Abril, mayo y hasta junio es una época en que suele haber mosquitos por condiciones ambientales que son muy favorables, mucho más que en verano, porque en verano por ahí tanto calor tampoco es bueno”, agrega.

“Cuando se terminan estas condiciones, mueren. Estamos esperando que la semana que viene o en un par de semanas ya aparezcan las temperaturas más invernales que hacen que todos los mosquitos desaparezcan por un tiempo, hasta agosto o septiembre, cuando vuelven a aparecer”, concluye el experto.

“Abril, mayo y hasta junio es una época en que suele haber mosquitos por condiciones ambientales que son muy favorables, mucho más que en verano, porque en verano por ahí tanto calor tampoco es bueno”, agrega.

“Cuando se terminan estas condiciones, mueren. Estamos esperando que la semana que viene o en un par de semanas ya aparezcan las temperaturas más invernales que hacen que todos los mosquitos desaparezcan por un tiempo, hasta agosto o septiembre, cuando vuelven a aparecer”, concluye el experto.