Aunque formalmente la cuarentena a nivel nacional vence el próximo lunes y las partes llegan con una agenda de necesidades distintas, la reunión que el presidente Alberto Fernández, el gobernador bonarense, Axel Kicillof, y el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, mantendrán este mediodía en la Quinta de Olivos promete definiciones en el Área Metropolitana, la región donde se concentra el 90 por ciento de los contagios. La discusión ya no gira en torno a si se endurece o no el aislamiento, sino cuándo se efectiviza.
Tampoco hay debate respecto a la importancia por tomar al AMBA como un solo distrito. Tras el salto en la cantidad de casos diarios que se produjo la semana pasada, Larreta y Kicillof acordaron un esquema y metodología de trabajo en conjunto en el área, lo que distendió el clima por demás enrarecido que se mantenía entre ambas administraciones.
Más allá de que anunciaron el aumento de los controles, ese encuentro le sirvió al jefe de Gobierno porteño en su estrategia de ganar tiempo sin endurecer la cuarentena. La Provincia, en tanto, usó ese escenario para darle un ámbito institucional y equilibrado a su intención de que la Ciudad acompañe su intención de volver a la fase 1.
En rigor, por el punto de vista emocional, tras más de tres meses de aislamiento, en ninguna de las tres jurisdicciones ven posible que se pueda alcanzar un nivel de cumplimiento como el de los primeros días posteriores al 20 de marzo, pero la alusión a la fase 1 tiene que ver con una forma de resumir la necesidad de restringir varias actividades que se flexibilizaron.
Pero durante el fin de semana, se mantuvieron las diferencias de intenciones. Fernán Quirós, ministro de Salud porteño; expuso que para la Ciudad todavía hay margen para tomar decisiones. “No hemos tenido ningún cambio significativo, pero estamos preocupados por los números”, dijo.
En cambio, en una entrevista con Clarín, el viceministro de Salud de la provincia de Buenos Aires, Nicolás Kreplak, planteó que si se mantiene la tendencia colapsará el sistema sanitario y consideró que “está todo dado para volver a fase 1 ya”.
La secretaria de Acceso a la Salud, Carla Vizzotti; expuso una postura más cercana a Kicillof desde el diagnóstico sanitario, pero con coincidencias con lo que pregonan en la Ciudad de la importancia de analizarlo con frialdad: “El desafío no es decir que hay que volver a fase uno o aumentar las restricciones, sino cuándo. No tenés que hacerlo ni demasiado temprano para que no sea precoz, ni muy tarde para que se si se dispara sea más difícil de controlar“, explicó a Página 12.
Si bien el fin de semana se registraron menos nuevos casos, pero desde Nación y Provincia apuntan que se debe a que los sábados y domingos se realizan menos tests.
Con este contexto, el propio Fernández se encargó de alimentar la expectativa de lo que ocurrirá este mediodía en Olivos. “Quedamos en vernos el lunes los tres para tomar una decisión. Estamos en una situación muy complicada”, anticipó.