La cámaras de refrigeración no presentaban las normas de salud vigente y almacenaban diferentes cortes en estado de descomposición.
La pesquisa se inició hace unas semanas por un fuerte olor a amoníaco denunciado por los vecinos del barrio de Flores.
En una investigación llevada a cabo por la Dirección de Delitos Contra la Salud y la Seguridad Personal de la Policía de la Ciudad, en conjunto con la Agencia Gubernamental de Control (AGC), se logró detectar el funcionamiento de un frigorífico que no cumplía con las mínimas condiciones de higiene para el comercio de diferentes cortes de carnes.
A raíz de la denuncia de vecinos sobre fuertes olores de amoníaco en la vía pública, la Agencia Gubernamental de Control realizó una inspección en la zona que confirmo la presencia de dicha sustancia en conductos cloacales que provenían de un frigorífico ubicado en la avenida Directorio al 3100.
Con estas pruebas, la Unidad Fiscal Especializada en Materia Ambiental (UFEMA), ordenó el allanamiento de dicho inmueble donde se verificó el funcionamiento de dos cámaras frigoríficas, las cuales no cumplían con la temperatura de refrigeración adecuada y exigida por la reglamentación ambiental vigente para la conservación de productos cárnicos, lo que podría provocar un grave riesgo para el consumo humano.
Por tal motivo, la unidad fiscal interventora dispuso la clausura total del depósito de carnes y el decomiso y destrucción total de 10 toneladas de carnes, embutidos y recortes de diferentes animales que estaban dispuestos para ser comercializados al público.
El titular del comercio fue notificado y deberá prestar declaración en l Unidad Fiscal Especializada en Materia Ambiental a cargo del Dr. Michenzi.
