Soñamos todo el año con las vacaciones y con decirle chau, aunque sea sólo por unos días, a las preocupaciones del trabajo. Sin embargo, al llegar a destino, no dejamos el celular ni para ir a la playa, buscamos wifi en todos lados, andamos con la notebook o la tablet debajo del brazo y al menos una vez por día, chequeamos mails, posteamos fotos en Facebook y likeamos en Instagram, además de interactuar con los grupos de whasapp, incluidos los del trabajo.
En tiempos de desempeño cada vez más exigentes, muchas personas se debaten entre el equilibrio de su vida laboral con lo personal. Se trata de un problema muy frecuente en todo tipo de empresas y organizaciones, donde las personas son contratadas con dedicación a tiempo completo, y parecería que esto, en algunos casos, impide disfrutar del descanso reparado
Daniel Colombo
MASTER COACH INTERNACIONAL
“La necesidad de tener todo bajo control y la incapacidad de poder relajarnos, es lo que no nos permite desenchufarnos en vacaciones. De alguna manera pareciera que estamos programados para estar en supervivencia, alertos a tener las circunstancias de la vida bajo cierto orden y vigilancia. Llegar a un momento de soltar ese modo de estar en lo cotidiano cuesta trabajo, sobre todo si no tenemos la práctica de poder hacer un espacio de tiempo y silencio en nuestro día a día, y ello requiere a veces un verdadero ejercicio”, opina por su parte la psicóloga María Eugenia Calvo (MN 44.884).
¿Por qué necesitamos vacaciones?
“En un mundo acelerado, donde cada vez más personas refieren tener estrés, tomarse vacaciones de la rutina no solo es algo extremadamente deseable sino también una estrategia para cuidar nuestra salud”, sostiene la Dra. Fiorella Tartaglione, médica cardióloga (MN 144.259), miembro de la Fundación Cardiológica Argentina (FCA).
“Probablemente, el beneficio más inmediato y evidente es la disminución de los niveles de estrés durante las vacaciones en comparación con la rutina laboral. Así lo demostró un estudio realizado por la Asociación Americana de Psicología, donde además se vio disminución de Burnout y ausentismo laboral, efecto que se mantenía alrededor de un mes pasados los días de descanso; luego los valores volvían a la normalidad pre-vacacional”, añade Tartaglione.
“Las vacaciones son el momento adecuado para parar física y mentalmente, esto es importante y reparador”, dice Calvo, que agrega: “Nos ofrecemos un momento de replanteo, de reflexión, de encuentros más profundos, de compartir, de alimentarnos de experiencias de vida que son realmente nutritivas para el alma. El disfrute, las nuevas experiencias, la posibilidad de estar más en contacto con nosotros mismos y con los otros. Esto es tan importante como nuestro despliegue y desarrollo personal en las actividades laborales”.
En un mundo acelerado, donde cada vez más personas refieren tener estrés, tomarse vacaciones de la rutina no solo es algo extremadamente deseable sino también una estrategia para cuidar nuestra salud
Dra. Fiorella Tartaglione
MÉDICA CARDIÓLOGA, MIEMBRO DE LA FUNDACIÓN CARDIOLÓGICA ARGENTINA (FCA)
5 consejos para desenchufarnos
1- Programar un anuncio automático de vacaciones en los mails
“Utilizado por millones de personas, es un arma eficaz para alertar a los demás que se está descansando”, dice Colombo. Cómo hacerlo: Redactar el anuncio siguiendo un lenguaje coloquial y relacionado con el que se utiliza frecuentemente. Debe ser un mensaje corto. Se debe programar desde el día previo a la salida de viaje, y desactivarlo el segundo día que se regrese al trabajo (para evitar una invasión desmedida de mails justo el primer día de reingreso).
2- Silenciar todos los grupos de mensajerías instantáneas de temas laborales.
“Lo idea es hacerlo tres días antes de salir, enviando un aviso de vacaciones, en tono coloquial y cordial, en todos los grupos de mensajería -como WhatsApp o similar- donde se interactúa por temas profesionales”, aconseja el coach. “Si se desea, también es útil hacerlo en los demás grupos personales”. Esto permite desconectarse de una gran masa de temas de todo tipo, que lo único que harían es traer más ansiedad, o la tentación de querer estar al día con todo, aún a costa de del descanso.
3- Vencer la tentación de llamar al trabajo
“Para los que son adictos al trabajo es necesario entrenarse en evitar cualquier tipo de llamado laboral durante sus vacaciones”, advierte Colombo. “Muchos se acostumbran a dedicarle una hora al día al trabajo, incluso restándole tiempo de disfrute personal al descanso”, agrega. La recomendación es: cuidar la tendencia a querer abarcarlo todo cuando se está de vacaciones.
4- Ante todo, vivir el presente
“Si nos encontramos dando vueltas en pensamientos relacionados a las problemáticas laborales que nos esperan a la vuelta, conviene reflexionar si son cuestiones que podemos resolver en ese momento o no. Si la respuesta es negativa (que no puede ser resuelto con una acción concreta en ese momento), dejarlos pasar”, recomienda la Lic. Acuña.
5- Abandonar expectativas y dejarse sorprender por la novedad
“Esta actitud es posible si nos damos el permiso de sentir confianza en el devenir de la vida misma”, aconseja la Lic Calvo. Y agrega: “Relajarse implica sentir la confianza de que las cosas están bien, y son lo que tiene que ser. Suelto mi necesidad de seguridad, al menos por un rato”.