Los iraníes detenidos tenían cuatro pasaportes falsos y se cambiaron varias veces de hotel

Los dos iraníes que ingresaron al país con identidades falsas de ciudadanos israelíes tenían en su poder cuatro pasaportes truchos. Dos de esos documentos los usaron para salir de España en un vuelo de Air Europa y los otros dos los utilizaron para ingresar a la Argentina.

El dato revela que el dispositivo que desplegaron para entrar de manera irregular fue más complejo de lo esperado y podría haber requerido de cierta estructura: conseguir pasaportes truchos no es sencillo ni económico en ningún lugar del mundo.

Sajjad Samiel Naseran, de 27 años, y Mashoreh Sabzali, de 30, ingresaron por Ezeiza el 12 de marzo. En los pasaportes se hacían llamar Netanel Toledano y Rivka Toledano. Fuentes oficiales recordaron un dato que les llamó la atención. En los 90′ hubo un agregado en la embajada de Israel en el país que tenía el mismo apellido que dieron los iraníes en el los pasaportes truchos.

Los sospechosos fueron detenidos en la madrugada del sábado en un hotel del Abasto ubicado en Lavalle al 3.000 tras una orden del juez federal Luis Rodríguez y en un operativo llevado adelante por la Unidad Antiterrorista de la Policía Federal y encabezado por el jefe de la fuerza, Néstor Roncaglia.

Ambos permanecen detenidos y este lunes serán indagados por el juez Rodríguez y el fiscal Jorge Di Lello. No será sencillo llevar adelante el proceso: como no hablan una palabra de español, deberán conseguir un traductor de farsi. Hasta ahora los sospechosos no tienen abogado y se descuenta que recurrirán a un defensor oficial.

Cuando fueron arrestados ambos dijeron que eran ciudadanos iraníes que habían escapado de su país a través de Turquía y que luego fueron a Grecia donde habrían sido expulsados como ilegales aunque en el medio lograron llegara a España. Allí habrían obtenido los pasaportes adulterados.

Esa historia es la que ahora busca corroborar la Justicia y el Gobierno que no descarta deportarlos. Fuentes del Ministerio de Seguridad aseguraron que hasta ahora no pudieron constatar que sean en verdad ciudadanos iraníes aunque uno de los dos sospechosos mostró desde su teléfono celular una supuesta fotocopia de su verdadero pasaporte. Los tratados de cooperación de información con Irán son casi nulos. 

Para determinar quiénes son en verdad, la Justicia le pidió a Interpol un informe con caracter de urgente sobre los dos sospechosos que estaría listo en las próximas horas, según fuentes judiciales.

Con el correr de las horas se conocieron más datos inquietantes. Antes de ser detenidos en el hotel del Abasto, los sospechosos se fueron moviendo a través de diferentes hoteles en los que se registraron con pasaportes falsos, según datos de los investigadores. en total habrían sido tres hoteles en 24 horas. Y además realizaron desde una de las líneas telefónicas en su poder una llamada de 85 segundos a un teléfono argentino. La Justicia busca determinar con quién hablaban. Cómo no saben español descuentan que debe ser alguien que hable farsi o que pertenezca a la comunidad iraní.

Por otra parte, hay un período de tiempo que estuvieron fuera del control de las autoridades locales. Desde que entraron al país por Migraciones hasta que saltó el alerta de que los pasaportes figuraban como robados y luego lo corroboró la División Interpol Jerusalem no se sabe qué hicieron.

La entrada de los dos supuestos ciudadanos iraníes con pasaportes falsos de Israel generó preocupación y alerta en el Gobierno y la comunidad israelí por la cercanía con una de las ceremonias para recordar el atentado a la Embajada de Israel ocurrido el 17 de marzo de 1992. El acto central será este lunes a las 14. Las investigaciones judiciales de ese atentado y luego sobre el de la AMIA siguieron líneas sobre la posible participación de Irán en esos ataques.

Los investigadores ya empezaron a analizar los materiales que les secuestraron a los detenidos. Entre las pertenencias tenían una cámara de fotos y una computadora personal que fue secuestrada en el hotel del Abasto.

Además,  tenían dos teléfonos, un iPhone y otro con sistema operativo Android. Este último ya fue desbloqueado, pero con el iPhone -un dispositivo difícil de hackear- no pudieron avanzar.