Quizás como nunca antes, la meteorología está de moda, tanto que varios estudiosos del clima andan por ahí firmando autógrafos debido al éxito de sus columnas en los noticieros o de sus propios programas de TV. Pero esa popularidad no aparenta ser algo bueno: se da por un clima cada vez más dificil de predecir por sus constantes cambios, muchas veces, drásticos.
Después de un domingo de sol y calor sofocante con una térmica que alcanzó los 40°, llegó la tormenta en la madrugada del lunes. En los primeros minutos del día hubo actividad eléctrica sobre la Ciudad de Buenos Aires y pasadas las 4, comenzó a llover.
El Servicio Meteorológico Nacional lanzó tres alertas para la noche del domingo y madrugada del lunes, con tormentas fuertes, ráfagas de viento del noroeste y posible caída de granizo.
Se espera que tras la tormenta haya un cambio brusco de temperatura y que descienda a 24°. Así se mantendrá hasta por lo menos el jueves.
El mal tiempo recién tendería a mejorar el martes a la tarde noche. Para el fin de ese día se prevé un cielo despejado aunque la temperatura máxima seguiría clavada en 24°. Es decir, el calorcito recién volvería el jueves, aunque mesurado con una máxima de 28°