En Tánger hay bronca por la ausencia de Messi y una sorpresa para Scaloni

En Tánger casi no hay semáforos y cruzar la calle es un acto de fe. Hay que pararse delante de la senda peatonal, encomendarse a Dios, al de ellos o al que sea, y empezar a caminar. Los autos bajarán la velocidad o se detendrán del todo y allí irán mujeres con cochecitos y periodistas llegados desde lejos. La escena puede verse desde otro ángulo, igualmente dramático: el taxista que traslada a los cronistas desde el aeropuerto Ibn Battouta toca el freno y deja pasar mientras se da vuelta y pregunta por Messi con el auto en movimiento. Y se indigna con la ausencia de Messi, dato que conoce bien pero que busca corroborar esperando el milagro de la desmentida.

El Adhan llama cinco veces por día aquí para el rezo musulmán, pero entre llamado y llamado, la ciudad -efervescente, a veces moderna y a veces detenida en el tiempo, mezcla de arquitectura árabe con monoblocks estilo Fonavi- empieza a palpitar el partido del martes de Marruecos ante Argentina, que no tendrá a Messi pero igual despierta atracción.

Un picadito por las calles de Tánger, la sede del próximo amistoso de la Selección. Foto. Maxi Failla

Marruecos, ese seleccionado que le empató 2-2 a España en el Mundial pero quedó eliminado al perder con Irán y con Portugal, arrastra un invicto de siete partidos que arrancó justamente contra la España de Fernando Hierro. Y su gente anda muy ilusionada con enfrentar a la Selección de Messi. O “Missi”, como pronuncian aquí.

Por la tarde, los 24 futbolistas que entrena el francés Hervé Renard practicaron a puertas cerradas en el Ibn Battouta -como el aeropuerto-, mientras afuera decenas de jóvenes armaban picados en los playones de cemento que rodean al enorme estadio. Enfundados en camisetas del Bayern Munich, Juventus, Real Madrid -ninguna último modelo, se aclara- o en la del IR Tanger, azul y blanca a rayas como la del Deportivo La Coruña. La respuesta generaba una bronca que en lugar de calmarse con las explicaciones del caso iba in crescendo cuando se enteraban de que tampoco verían a Di María, ni a Agüero ni a Higuaín, nombrados por ellos en ese orden. Explicarles la lesión del del PSG y la casi natural baja del de Chelsea resultó sencillo. Lo del Kun…

El estadio IBN Battouta, el escenario del próximo amistoso de la Selección. Se espera que esté colmado. Foto. Maxi Failla

La escenografía alrededor del estadio se completaba con grupos de personas ofreciendo entradas para el choque del martes. Localidades que van desde los 30 y hasta los 120 dírhams (entre 3 y 12 euros). Y con una particularidad, impensada entre nosotros: costaban lo mismo y eran tan legítimas como las que se ofrecían metros más allá en las boleterías oficiales. “Se las dan para que se ganen un dinero”, explicó uno de los pocos hombres que hablaba un idioma diferente al árabe.

Un dato es seguro, y lo corroboró personal del estadio: a la hora del comienzo del partido del martes, las 20 aquí, las 16 en Buenos Aires, el escenario lucirá completo. Habrá 45.000 personas, el mismo número que alienta al equipo local cada fecha.

Que no esté Messi motivó una protesta formal de la Federación marroquí, que en realidad, según le sugirió un allegado al seleccionado africano, ya había dejado en claro por contrato que uno sería el cachet con el rosarino (una cifra cercana al millón de dólares) y otro, alrededor de 600 mil dólares, si se ausentara. Como para imaginar que la posibilidad del faltazo existía incluso antes de la persistente pubialgia.

Así, jóvenes fervorosos que unánimemente lo eligen por sobre Cristiano Ronaldo, y también dirigentes precavidos, se privarán de ver por tercera vez a Messi en Tánger. La primera fue en 2012, en un encuentro amistoso entre el Barcelona y el Raja Casablanca que terminó con goleada del Barsa 8-0 con un triplete de Leo. Y la segunda en agosto pasado, cuando Barcelona derrotó a Sevilla 2-1 (Piqué y Dembelé) en la final de la Supercopa española.

De modo que habrá buen clima y un duro rival para los de Scaloni, para quien el final de la crónica tiene reservada una noticia que le añadirá preocupación, si esto es posible: Hakim Ziyech, el extremo del Ajax que fue figura en el Bernabéu ante Real Madrid y que arrastra una lesión, forma parte del plantel marroquí y no fue desafectado. Se aguarda para las próximas horas un parte médico.

Del equipo local no hay pistas. Una costumbre de los entrenadores que no conoce de geografías ni de presentes.