Si bien la idea rondaba en el aire hace poco menos de dos años, cuando la empresa Arcos Dorados anunció su intención de instalar un local de comidas rápidas en el Barrio Padre Mugica, hasta hace días no había más precisiones que la iniciativa en sí. Pero este lunes al mediodía, con la instalación de la piedra fundacional, la apertura del primer McDonald’s en la Villa 31 es un hecho que, incluso, ya tiene fecha de inauguración: octubre de 2019. Ubicada en uno de los accesos al barrio, la sucursal empleará a cerca de 100 vecinos y hará punta en un entramado social inédito para la cadena en toda América Latina: será la primera que se abre en un asentamiento urbanizado.
“Es el primer caso y tomó mucho interés de la Corporación, ya que no hay otro local en una urbanización de estas características. Es una prueba súper interesante y creemos que va a ser algo muy bueno para la comunidad”, se entusiasma Silvina Seiguer, Directora de Comunicaciones Corporativas de McDonald’s – División Latinoamérica Sur. En el acto participó Woods Staton, fundador y presidente ejecutivo de Arcos Dorados, la mayor franquicia independiente de McDonald’s en el mundo, junto al jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta. Los mismos actores habían esbozado el proyecto dos años atrás, durante una visita a las obras que se llevaban a cabo en la Villa 31.
El local se levantará sobre la calle Rodolfo Walsh, entre Gendarmería Nacional y Perette, a metros del flamante Paseo del Bajo y del Centro de Salud N° 21. Pero también será vecino de un polo gastronómico, actualmente en pleno armado, de una sucursal bancaria y de la nueva sede del Ministerio de Educación de la Ciudad, el cual anunció su mudanza al Barrio Mugica.
Con 600 metros cuadrados divididos en dos plantas, el restaurante contará con todos los servicios de los locales más modernos de la cadena: pantallas didácticas en algunas mesas, tablets para entretenimiento y kioscos de autoservicio para los pedidos.
El diferencial vendrá de la mano de las ciencias y la informática, ya que esta sede incluirá un espacio para convocar a la comunidad de la zona con propuestas y herramientas de educación. Se invitará a niños, adolescentes y familias a probar y desarrollar actividades de programación, robótica, impresión 3D, música, producción audiovisual, ciencia, diseño, juegos y creatividad.
“Con la apertura de este local también queremos contribuir desde el aspecto social con la inserción laboral de jóvenes del barrio y su desarrollo. Los 100 futuros empleados serán jóvenes que quieran tener su primera oportunidad de trabajo formal con nosotros y aprenderán habilidades que les servirán para su vida actual y su desarrollo laboral en el futuro”, afirmó Staton. En efecto, la firma trabajará en conjunto con el centro de empleo que el Gobierno tiene en el lugar, y que cuenta con una base de datos de los posibles postulantes.
A la vez, Staton agregó otro dato relevante para los vecinos: “Tenemos la intención de que una persona del barrio lleve adelante la operación del local en el futuro próximo, como franquiciado, ya que estamos convencidos de que es una forma más de agregar valor a este proyecto”.
Hasta el momento, la empresa Arcos Dorados emplea a 11 vecinos del Barrio 31 que cumplen sus labores en otras sucursales. Una vez inaugurado el local en Padre Mugica, podrán mudar sus tareas a unas cuadras de su casa. Es el caso de Yermina Benítez, de 25 años, vecina de la ex villa y empleada de la sucursal de Lima al 600. “Lo resumo en una palabra: oportunidad. Le va a dar la posibilidad a un montón de chicos que tal vez no pueden salir del barrio a buscar empleo (ya sea por la edad, por la poca experiencia o hasta en algunos casos por la dirección en la que viven). También van a poder relacionarse con personas de otros barrios o culturas e interactuar y aprender de todos”, refirió Yermina durante el acto inaugural de las obras.
Es que más allá de apuntar fuertemente a ocupar los puestos con chicos del barrio, de entre 16 y 25 años, la convocatoria está abierta a todos los jóvenes que estén en la búsqueda de su primer trabajo. “La idea es integrar, dentro y fuera del barrio”, resume Seiguer, y cuenta que este proyecto forma parte de la inversión comprometida para aperturas y renovaciones en el trienio 2017-2018-2019, que asciende a los $ 2.000 millones.