Rodríguez Larreta tuvo que repartir cargos para dejar contentos a todos sus aliados

Hace por lo menos un año que Horacio Rodríguez Larreta viene trabajando en silencio para que ningún cisne negro se interceda en sus planes de gobernar la Ciudad de Buenos Aires por un nuevo período. Pero en las últimas horas tuvo que hacer un ejercicio de equilibrios y ser generoso en las listas para dejar conformes a todos. El jefe de Gobierno persigue el evidente objetivo de contener a sus socios y ampliar la base de sustentación de su administración, pero a la vez tiene un deseo que prefiere no confesar: quiere quedar en la historia como el único jefe de Gobierno en ganar en primera vuelta.

La última maniobra la ejecutó este viernes al confirmar que en la lista de legisladores porteños llevará como primer candidato a Diego García Vila, un legislador que responde al partido Confianza Pública, que conduce la diputada nacional Graciela Ocaña. Esa fuerza también se habría asegurado de poner en una posición expectante a Natalia Fidel, que buscará la renovación de su banca.

El segundo lugar en la nómina para legisladores porteños está tironeado. Podría ser para Carolina Barone, que viene hace años dedicándose a la política de género, o para la legisladora María Luisa González Estevarena. A solo horas del cierre se sumó Ana María Bou Pérez, la ministra de Salud porteña. La duda será develada este sábado.

El socialista Roy Cortina fue otro que quedó anotado para renovar su banca y consiguió el puesto número tres. Después de un largo derrotero por distintas agrupaciones políticas, el socialista tenía todo cerrado para firmar su postulación de la mano de Roberto Lavagna. Le llevó 24 horas cambiar de camiseta. 

El flamante espacio “Juntos Somos el Cambio” -ya no se llamará más Cambiemos- que edificó Mauricio Macri para las contienda de este año pondrá en juego en la legislatura porteña 21 lugares. Para renovarlas, ese tramo de la boleta debería superar el 60% de los votos. Alta meta: nunca antes una fuerza política obtuvo ese nivel de adhesión. 

Elisa Carrió logró buenos lugares para sus dirigentes de confianza.

Los movimientos de Rodríguez Larreta también se sintieron en la lista de senadores y diputados nacionales. El primer lugar para senador quedó para Martín Lousteau, hoy afiliado a la UCR y exrival del macrismo. En cambio, la boleta para diputado será encabezada por Maximiliano Ferraro, el presidente de la Coalición Cívica y mano derecha de Elisa Carrió. “Lilita pide poco, y cuando pide se lo damos“, dicen en la jefatura porteña. En esos despachos no pierden de vista un dato: la diputada no acepta que sus dirigentes se incorporen a los ministerios.

Aunque siempre hay posibilidades de que haya cambios en las últimas horas, las primeras cuatro ubicaciones están resueltas. Detrás de Ferraro, que actualmente es legislador, se ubica Victoria Morales Gorleri, ex legisladora, actual directora nacional del Ministerio de Salud y Desarrollo Social, y dueña de una relación más que fluida con la Iglesia Católica.

Emiliano Yacobitti, un dirigente del riñón del histórico dirigente radical Enrique “Coti” Nosiglia, irá tercero. La lista se completará con Mariana Zuvic (otra apuesta de Carrió, que se presentará por primera vez por este distrito), seguida por Álvaro González, un peronista que hace muchos años está en el PRO y tiene buena llegada a Macri; en el sexto puesto estará María Maratea (UCR). Luego irá el que quede del binomio Tonelli-González.

“Horacio hizo todos los esfuerzos posibles para arrinconar en la oposición solo al kirchnerismo”, cuentan cerca de Rodríguez Larreta. Media verdad. El aspirante a jefe de Gobierno de esa agrupación es Matías Lammens, un viejo conocido de Larreta. En 2015, después de su triunfo, le ofreció ser jefe de Gabinete. Lammens,, Larreta y Marcelo Tinelli han compartido muchos encuentros.

Por primera vez, las elecciones porteñas se harán el mismo día que las nacionales. Fue un pedido expreso del Presidente para que lo ayude en su pelea por la presidencia, que está mucho más difícil que la disputa por la Ciudad. Los planes de Macri podrían verse afectados si, como Larreta sueña, logra ganar en primera vuelta y el Presidente tiene que afrontar el balotaje mano a mano con Alberto Fernández y Cristina Kirchner.