Lo anticipó el propio ministro de Salud porteño, Fernán Quirós, cuando el debate era si habría nuevas flexibilizaciones en el distrito, de cara a la siguiente etapa de la cuarentena por el coronavirus. Si la Ciudad llegaba a los 400 contagiados por día, sería un parámetro negativo del avance de la pandemia en el distrito. Y el número llegó. Tres veces en los últimos cinco días: 406 casos el viernes, 461 el domingo y 420 el lunes. El jueves y el sábado quedaron ahí: 395 y 396.
El salto estadístico y sanitario explica la decisión del Gobierno porteño no sólo de no permitir nuevas aperturas sino de dar un paso atrás con la apertura de unos 10.000 locales comerciales en zonas muy transitadas que debieron volver a cerrar desde esta semana. También es curva justificó el anuncio de mayores controles para disminuir la circulación: tanto en Ciudad como en Nación admiten que los operativos se habían relajado y esto derivó en un aumento del tránsito superior al deseado.
“Los números muestran que estamos ante el arranque de una aceleración de los casos. Y en los próximos días suponemos que van a seguir aumentando”, aseguraron este martes a la tarde desde el Ministerio de Salud porteño. Más temprano, en su informe diario, Quirós había adelantado: “Al día de hoy, en la Ciudad comenzó un aumento significativo de casos de COVID-19. Lo vemos claramente si comparamos los últimos siete días con los siete días anteriores. Tiene que ver con la evolución misma de la curva, que ha tenido una aceleración un poco más rápido en los barrios vulnerables estos primeros días, pero está evolucionando de manera generalizada en toda la Ciudad”.
Cuando se discriminan los datos, se ve un avance importante en los casos detectados en villas. Ya representan casi el 40% del total (2.841 sobre 7.153). A principio de mes, apenas pasaban el 10%. De continuar la tendencia, en menos de dos semanas podrían contabilizarse más contagios en barrios vulnerables que en el resto de la Ciudad.
Las autoridades porteñas relativizan esa relación y advierten que podría tratarse de un tema más estadístico que real: “Los casos aumentan en las villas en parte porque los fuimos a buscar, porque en cuanto detectamos un caso testeamos a todo el entorno. Y eso hizo que registráramos muchos casos asintomáticos o sintomáticos leves, algo que no pasa en el resto de la Ciudad”.
La aclaración encierra una preocupación de las autoridades: que un sector de la población evalúe que el avance del virus empieza a circunscribirse a los barrios vulnerables cuando no es así. “Hay que tener cuidado en poner el foco en lo que pasa en un solo día en vez de observar la tendencia. Un día detectás más, otros menos, pero la tendencia siempre es clara y en este momento estamos en la etapa inicial de una fase exponencial”, alertó Quirós este martes. Se refería a toda la Ciudad.
Si se repasan los números de contagiados en los últimos cinco días en el resto de los barrios, sacando las villas, hubo entre 167 y 199 cada 24 horas. Hace dos semanas, el promedio en el mismo lapso en esas mismas zonas era inferior a la mitad.
Si la tendencia de contagios sigue en alza el Gobierno analiza volver a la etapa original de la cuarentena, donde la circulación se restringía básicamente a trabajadores y actividades esenciales, con un férreo control en la calle. “En su momento decidimos abrir algunas actividades para darles un recreo y un poco de aire a los vecinos”, resumió un ministro porteño a este diario. ¿La gente soportará un mayor encierro si el pico, como se prevé, dure entre 6 y 10 semanas? En la Ciudad confían en un comodín: sería un último esfuerzo para después sí entrar en una apertura más amplia y definitiva.
La 31, el ejemplo extremo
Dentro del panorama en los barrios vulnerables, el ejemplo más extremo es la villa 31 de Retiro. El primer caso se detectó el 20 de abril y en poco más de un mes se pasó a 1.768. Se estima que allí viven unas 40.000 personas: es decir, ya se registra un contagiado cada 22 vecinos del barrio. En el resto de la Ciudad, sacando las villas, la proporción es casi 1 cada 700. Mundos paralelos.
La otra villa donde se contabiliza un importante avance del Covid es la 1-11-14, en Flores: hasta este lunes se registraban 830 casos. A diferencia de la Provincia, la Ciudad no decidió “blindar” estos barrios.
“No estamos de acuerdo y en la 31 sería casi imposible, está en medio de la Ciudad y tiene cerca de 10 accesos”, justifican desde el Gobierno porteño. La villa de Retiro tiene una composición particular: la parte norte se asemeja a otros asentamientos, con casas de hasta un piso, “aunque con todas las viviendas de material -destacan en la Ciudad- y con cloacas”. En la parte sur, el hacinamiento es mayor: se ven construcciones de cuatro o cinco plantas. Allí es donde el virus se expandió más rápido.
¿Esto puede significar que se esté en una etapa posterior y la pandemia termine antes allí? “No, imposible saberlo. Esto está transcurriendo en todo el mundo y ni siquiera se sabe cuántos contagiados hay promedio por cada caso detectado”, concluyeron en la Ciudad.