En la pandemia por coronavirus lo que se dice es casi tan importante como lo que no se dice. Y a veces se dice lo que a menudo no se suele decir. Ahí es cuando los dichos de un funcionario pueden cobrar mayor relevancia. El jefe de Gabinete de la Ciudad de Buenos Aires, Felipe Miguel, aseguró este jueves que si bien la duración del aislamiento social, preventivo y obligatorio por la pandemia de coronavirus es decisión del gobierno nacional, las proyecciones de la Ciudad muestran que la cuarentena “podría prolongarse de acá a entre seis y diez semanas“.
“El ministro de Salud porteño, Fernán Quirós, hablaba de una etapa de duración del aislamiento para la Ciudad de acá a entre seis a diez semanas; es lo que muestran las proyecciones con las que estamos trabajando y nos sirven muchísimo para poder dimensionar el refuerzo que hicimos al sistema de Salud”, indicó.
Fuentes oficiales de la Ciudad dijeron que en el pico de casos se espera que en el distrito haya entre 800 y 1.200 casos por día, al ritmo actual de contagios las camas de terapia intensiva estarían todas ocupadas a fines de junio, según un pronóstico de un investigador del Conicet. Por ese motivo, esta semana las autoridades decidieron dar marcha atrás en parte con la flexibilización de la cuarentena.
En ese sentido, Miguel señaló que “esa es la mejor proyección que tenemos en este momento y que luego habrá que ver cómo serán esas semanas, si permiten una mayor o menor apertura de actividades, lo cual iremos midiendo día a día”.
El funcionario buscó moderar un poco sus dichos y aclaró que había hablado de la duración de la cuarentena “en referencia a la curva de casos, que muestran un crecimiento”.
“La curva no determina las características de la cuarentena. A lo largo del aislamiento hay distintos estadíos, con etapas donde algunas actividades pueden estar habilitadas. Esto no es matemático ni de una precisión absoluta”, sostuvo.
Además, subrayó que la duración del cuarentena “es responsabilidad del Gobierno nacional y nos da el espacio para compartir criterios y toda la información necesaria”.
En cuanto al refuerzo del sistema de salud de la Ciudad, Felipe Miguel resaltó el incremento de personal de salud, de equipamiento como respiradores y otros aparatos, camas de terapia intensiva, habitaciones de hoteles y camas de internación general.
Asimismo, se refirió a la fuerte suba de contagios de coronavirus en la Ciudad de Buenos Aires y dijo que se quintuplicaron: “Los casos de contagio están aumentando a un promedio actual de 400 por día, lo que el sistema de salud puede sostener y atender como corresponde, además de que estamos preparados para más, pero hace 15 días eran un promedio de 80 casos diarios, se multiplicaron por cinco”, aclaró.
Uno de los datos que maneja la Ciudad actualmente es que la curva de contagios se está acelerando con fuerza fuera de los barrios vulnerables. En estos lugares los casos crecieron por la búsqueda puerta a puerta, mientras que el ritmo de la circulación viral en el resto de la ciudad también demuestra ese crecimiento exponencial.
“En los barrios populares activamos el operativo Detectar (para dar con posibles contagios por cercanía o descartar otros), de desinfección con postas febriles (para medir la temperatura a todos los que sale y entran) y las cámaras térmicas, que estarán a partir de mañana”, indicó el jefe de Gabinete, además de recordar “el mayor centro de aislamiento con 790 camas, que dispusieron ayer en el complejo de Costa Salguero”.
Miguel remarcó: “Lo que no podemos hacer es detener el virus, pero sí podemos, desde lo individual, cumplir con las medidas y recomendaciones para reducir el ritmo del incremento de los casos de contagio y desde el Estado reforzar el sistema de Salud”. Respecto a si se es posible “flexibilizar” el aislamiento por barrios en la Ciudad de Buenos Aires, confirmó que “no es una buena solución porque el virus está circulando en todos los barrios porteños”.