Yamir Alexis Antiman (31) se jactaba por teléfono de que en Suiza y París era más fácil robar y por eso el año pasado viajó dos veces a Europa. A Eduardo Adrián Galván (38), alias “El Mara”, lo deschavó su debilidad por el sushi.
¿Qué tiene en común estos dos hombres? Son dos de los 14 detenidos, acusados de formar parte de una banda que asaltó 20 casas en San Isidro, Vicente López y Villa Ballester, y que blanqueada el dinero en dos concesionarias de su propiedad.
El detalle o sello de la banda, según pudo saber Notibarrios de fuentes vinculadas a la investigación, es que siempre atacaban cuando las propiedades estaban vacías: “Se aseguraban de que no hubiera nadie para dar el golpe. Elegían los meses de vacaciones o los fin de semanas largos. También aprovechaban cuando la gente salía a cenar y, para eso, hacían inteligencia previa”.
Fue un testigo de identidad reservada el que aportó la pista clave de una investigación que comenzó el 9 de mayo de 2018 y culminó el viernes pasado con el último de los 30 allanamientos en una semana y que permitieron la detención de 13 de los 14 acusados de “asociación ilícita y robo agravado reiterado”.
Es que Antiman, el delincuente que les comentaba a sus cómplices por teléfono lo fácil que era robar en Suiza y París por las escasas medidas de seguridad en las casas, había sido detenido a principios de junio luego de “haberse tiroteado con la Policía durante un robo en Villa Ballester, donde fue herido en una pierna”, destacaron las fuentes.
El resto fue arrestado durante los 30 allanamientos que se hicieron la semana pasada en el barrio conocido como el bajo Boulogne, donde las suntuosas casas de los integrantes de la banda sobresalían por sobre las precarias viviendas del resto de los vecinos. También en San Isidro, Villa Ballester y José León Suárez.
La figurita difícil de la investigación que encabezó el fiscal Patricio Ferrari, a cargo del área Ejecutiva de Investigaciones Criminales de la Oficina Fiscal del Distrito San Isidro, fue el jefe de la banda: “El Mara” Galván.
Los investigadores lo tenían en la mira. Sabían que era el único que había dejado el bajo Boulogne para irse a vivir a una cómoda quinta en Ingeniero Maschwitz, partido de Escobar, y conocían su dirección. Pero en el último mes, se mudó. Y entonces, tuvieron que volver a empezar.
A contrarreloj, los investigadores decidieron instalarse en el conocido Paseo Mendoza de Maschwitz para hacer inteligencia en base a los diversos gustos del jefe de la banda. Sabían que seguían por el barrio y tenía debilidad por el sushi. Y que su mujer también.
Así, dieron con el local donde no sólo eran habitués sino que ella era cliente VIP. “Y fue allí donde aportaron el dato clave: les había llamado la atención que habían cambiado de dirección”, detallaron las fuentes. Fue en esa nueva propiedad donde el miércoles lo arrestaron.
Cómo operaban
A la banda la acusan de al menos 20 hechos. Hay escuchas clave en la causa y también cámaras de seguridad que los captaron in fraganti. Muy bien organizados, daban los golpes con grupos de 6 a 8 delincuentes.
“Sólo dos o tres ingresaban a la vivienda, el resto se quedaba en las inmediaciones, comunicados por Nextel y controlando la frecuencia policial”, describieron el accionar.
Además, las casas que eran atacadas cuando sus dueños salían a cenar habían sido marcadas previamente por los integrantes de la banda que hacían inteligencia por los barrios preferidos de San Isidro, Vicente López y Villa Ballester de estos ladrones. Pero, también tenían ‘entregadores’ que les pasaban el dato para dar el golpe.
Las cosas le iban tan bien que compraron dos concesionarias de autos donde lavaban el dinero de los golpes.
Durante los allanamientos, se secuestraron 22 autos, una decena de alta gama; cuatro motos, cerca de 180 mil pesos, 1.100 dólares, más de 100 electrodomésticos, 25 televisores, 36 celulares, dos armas de fuego -una de ellas con pedido de secuestro- y más de 10 kilos de marihuana.
