Aunque parece ser un hecho que el próximo lunes flexibilizará la cuarentena por el coronavirus, Alberto Fernández quiere garantizarse que hasta el último minuto se cumpla rajatabla. Por eso, preocupado por la falta de previsión que mostró el Gobierno el viernes, cuando más de un millón de jubilados y beneficiarios de asignaciones se congregaron en las puertas de los bancos para intentar cobrar, el Presidente le encomendó a su equipo trazar un plan para reforzar los controles en Semana Santa y que no haya circulación de tránsito.
Tanto en la Quinta de Olivos, desde donde sigue su agenda el jefe de Estado, como en la Casa Rosada, que tiene al jefe de Gabinete, Santiago Cafiero; como “custodio” casi exclusivo, advierten sobre la necesidad de que se continúe con el aislamiento social preventivo y obligatorio y temen que, al darse apenas unos días de que se flexibilice, la gente intente evadir las restricciones.
La preocupación no tiene que ver solamente con aquellos que quieran llegar a la ruta en busca de un destino turístico, sino también en evitar la circulación interna.
“El fin de semana largo de Pascuas no es de vacaciones. Va a haber un control exhaustivo en rutas para que nadie viaje a destinos turísticos”, indicaron a altas fuentes del Gobierno.
Parte de este plan se empezó a delinear este lunes por la tarde. Cafiero y su vicejefa, Cecilia Todesca, mantuvieron reuniones con los ministros Mario Meoni (Transporte), Matías Kulfas (Desarrollo Productivo de la Nación), con el objetivo de evaluar alternativas post Semana Santa.
También recibió a la secretaria de Acceso a la Salud, Carla Vizzotti; número 2 del ministro Ginés González García y quien lleva el día a día de la gestión en Salud.
“Se analizó la situación de todos los sectores productivos para evaluar el impacto en cada uno de ellos, tanto desde el aspecto sanitario como en cuanto a la movilidad (transporte) necesaria, para evaluar escenarios pos Semana Santa”, precisaron desde Jefatura de Gabinete.
Si bien, en efecto, el objetivo de esos encuentros fue avanzar en cómo será el levantamiento de la cuarentena, el jefe de Gabinete aprovechó para acordar con los ministros el aporte que deberá hacer cada área para colaborar con la ministra de Seguridad, Sabina Frederic; y sus pares provinciales.
“El Gobierno va a ser muy duro con los controles en Semana Santa”, aseguraron interlocutores de esas reuniones a este medio digital.
Desde Seguridad, en tanto, Frederic trazará operativos adicionales a los que se hacen habitualmente, en rutas y autopistas. “Vamos a ser más inflexibles que nunca con los autos que circulen esos días. Y mucho más si alguno se quiere ir hacia la Costa“, repiten cerca de la ministra.
En la cartera con sede en la calle Gelly y Obes sostienen que, tras los severos incumplimientos que se registraron en el inicio de la cuarentena, en los últimos días se evidenció una caída súbita de la cantidad de detenidos por no contar con el permiso para circular. De todos modos, para el fin de semana largo, se prevén instalar más puestos de control móviles, en accesos y en el territorio. “Vamos a trabajar para que la cuarentena se cumpla hasta el último minuto”, remarcan.
En el ámbito bonaerense, donde el ministro de Seguridad Sergio Berni hace relevamientos periódicos por distintos municipios del Conurbano a bordo de su moto, también se advierte un escenario similar, más allá de que en el Gobierno conceden que las posibilidades de los sectores más vulnerables para cumplir con la cuarentena son más acotadas.
Por este motivo, a sabiendas de lo que sucede en la Ciudad tiene un impacto espejo en la provincia de Buenos Aires y en el resto del país, el Gobierno le pedirá al alcalde porteño, Horacio Rodríguez Larreta; que intensifique los controles para evitar la circulación interna. El mismo mensaje les llegará a los gobernadores, quienes lideran los operativos en las provincias.