El jueves pasado, el Gobierno relanzó el plan Procrear para la compra de viviendas a tasas blandas, enfocado en los sectores de ingresos medios. Se trata de una nueva medida dentro de un paquete con el que se intenta mejorar el consumo general, muy golpeado por la inflación, las sucesivas devaluaciones, el encarecimiento del crédito y la pérdida de poder adquisitivo de los salarios en un año electoral decisivo. El esquema, que cobró impulso en las últimas semanas, incluye créditos a jubilados, planes en cuotas para bienes durables, autos 0 km con fuertes rebajas, alimentos y productos masivos con precios congelados y promos en supermercados, entre otras.
“Claramente, muchas medidas llegaron a tiempo y repercutieron bien, muy por encima de lo que muchos suponían”, resume Guillermo Oliveto, director de la consultora W. El experto, además, destaca cierta mejora en el poder de compra de los salarios, con el cierre de algunas paritarias en un contexto de estabilidad cambiaria y con la inflación desacelerando. “Los argentinos son especialistas en detectar oportunidades”, subrayó.
La Anses, por caso, lanzó créditos a tasas blandas para jubilados, pensionados y beneficiarios de la AUH. El titular del organismo, Emilio Basavilbaso, reveló que se otorgaron 2 millones de préstamos (entre $12.000 y $200.000), que en su mayoría se destinaron para refacciones de viviendas y también para cancelar deudas previas. Oliveto calcula que la masa total de los préstamos de la Anses no es algo menor: “Alcanzó al 15% del total de las familias”, sentenció.
Lautaro Spotorno, director de la consultora OJF, hizo un análisis más amplio. “El Gobierno -explica- necesita que la economía crezca por el lado del consumo, porque el impulso del agro termina entre julio y agosto”. De todos modos, Spotorno aclara que la solución de fondo es que “el salario real le gane a la inflación”. Mientras tanto, con la reactivación de las cuotas, como el “Ahora 12”, “se busca favorecer a los rubros más rezagados, como los autos, motos, electrodomésticos y autos”, enumeró.
En este sentido, recientemente se anunciaron varias medidas. Todas con muy buena repercusión, según coinciden las fuentes consultadas. Una de las más recientes es el plan “Junio 0km”, basado en un acuerdo entre fabricantes y el Ministerio de la Producción para ofrecer autos con rebajas de entre $50.000 y $232.000, según la marca y el modelo. Se trata de uno de los rubros más castigados por la crisis. Datos de la ACARA indican que entre enero y mayo, las ventas de 0 km bajaron 51,1% (213.271 unidades). A una semana del lanzamiento de “Junio 0km”, las consultas aumentaron más del 30% y los concesionarios esperan despachar unas 6.000 unidades por encima de las 31.000 que calculaban para todo el mes.
El relanzamiento del programa “Ahora 12” contempla planes de entre 3 y 18 cuotas fijas. Vigente desde junio hasta fin de año, incluye una tasa del 20% anual para la compra de electrodomésticos, ropa, calzado, motos, muebles y turismo, entre otros. “Los primeros resultados son impresionantes, pero teniendo en cuenta que estábamos en el medio del desierto”, resume Luis Galli, CEO del fabricante de electrónicos Newsan. Implementado a fines de mayo, el ejecutivo subraya que “la facturación aumentó entre 30% y 60% en los primeros dos fines de semana”.
Carlos García, CEO de la cadena Garbarino, coincide en el alto impacto de “Ahora 12”. “De una semana a otra, las ventas subieron entre 70% y 100%”, le informó el ejecutivo al Gobierno. Lo más demandado, por otro lado, fueron los productos de la línea blanca (heladeras, lavarropas y cocinas), lo que grafica “que había un consumo reprimido”. Cadenas y fabricantes, por otro lado, sacrifican rentabilidad para promocionar algunos productos, ofreciendo 12 cuotas “sin interés real”. Esto es “el precio de contado divido por 12”, aclaró García.
La electrónica padeció el triple impacto de la devaluación (gran parte de los insumos son importados), la pérdida del poder de compra de los salarios y, sobre todo, la suba de tasas, que redujo al mínimo la financiación. Según la consultora GfK, el mercado de línea blanca (la de mayor facturación) cayó 24% en unidades. “Ya lleva más de un año de caída”, destaca Eduardo Echavarría, el experto de GfK que analiza la categoría. “El resurgimiento del ‘Ahora 12’ es difícil de medir todavía, pero algo suma”, dijo.
La indumentaria, otro de los sectores castigados por la crisis y también la retracción del crédito, aprovecha los estímulos oficiales al consumo para impulsar las ventas. Un relevamiento en shoppings de la CIAI (Cámara Argentina de la Indumentaria) detectó que en un universo de 69 marcas, “el 40% están ofreciendo 3, 6 y 12 cuotas”, bajo el paraguas del “Ahora 12”. Pero además, casi todas (60 marcas en total) otorgan hasta 6 pagos al mismo precio” de contado.
La incertidumbre por las corridas cambiarias y la alta inflación postergó las decisiones de compra. “El consumidor promedio tenía mucha necesidad y ahora está más atento”, señala Oliveto, de la consultora W. Este experto dice que no le sorprende el alto impacto de los estímulos al consumo. “En un escenario de alta volatilidad -explica- el problema es que no consume la gente que no le alcanza el dinero, pero el que sí tiene, tampoco”. En cuanto al consumo masivo (alimentos, bebidas, tocador y limpieza), Oliveto pronostica “una mejora progresiva a lo largo del año”, con una caída anual de 2%, que contrarresta la baja del 9% del primer trimestre y del 5% al 6%, del segundo.
Los bancos oficiales actúan en la misma sintonía. Por caso, el pasado 4 de abril el Banco Provincia lanzó por tercer año consecutivo la promo con el 50% de descuentos para compras en supermercados en el ámbito del distrito que concentra el 37% del padrón nacional. Con un reintegro máximo de $2.000, en los 3 primeros miércoles unos 550.000 clientes utilizaron el beneficio, esto es un 10% más que el mismo lapso del año pasado. Esto no es todo. El presidente del Bapro, Juan Curutchet, adelantó al Económico que “se analizan otras iniciativas para impulsar el consumo en el segundo semestre”.
Por su parte, el Banco Ciudad lanzó una nueva promoción para las compras en las ferias de la Capital, que “se complementan con otras vigentes”, dijeron a través de un comunicado. La estrategia de la entidad, explicó una fuente, es ofrecer una promoción cada día de la semana, siempre con el 20% de descuento en las compras en súper. Los días martes en Día%, los lunes en Coto y los viernes en las compras online en las marcas del grupo Cencosud: Jumbo, Disco y Vea.
El objetivo del plan: mejorar el humor social a través del changuito.
Un arsenal de promos y estímulos en un año decisivo
Un dato que ilustra el impacto de los estímulos al consumo es la recuperación gradual de los supermercados en el mercado de productos masivos (alimentos, bebidas, tocador y limpieza). Consultoras privadas coinciden en que en el primer cuatrimestre del año, las ventas de los súper cayeron mucho menos que en los almacenes, autoservicios chinos, mayoristas y comercios de barrio. La desaceleración de la caída se debe, entre otras cosas, a los programas Precios Esenciales y Precios Cuidados implementado exclusivamente en híper y supermercados.
“Con la promo del 50% del Banco Provincia, los supermercados venden casi lo mismo que un día sábado, que son los de mayor facturación”, introduce Osvaldo del Río, director de la consultora Scentia. El experto, además, subraya que para las cadenas, las ventas por Precios Esenciales representan el 1% de la facturación total y las de Precios Cuidados, el 4%. “Todas las promos funcionan, son eficaces y a los súper les genera mucho volumen adicional”, concluye.
Damián Di Pace, de la consultora Focus Market, coincide con el diagnóstico. Pero añade que el programa Precios Esenciales funciona en forma más aceitada que Precios Cuidados. “En el primero existe un nivel de reposición en góndola casi inmediato, ya que son sólo 64 productos, mucho más administrables que los más de 500 que integran el programa Precios Cuidados”, comparó.
Con una mirada más abarcativa a la batería de medidas oficiales de fomento al consumo, Di Pace destaca que “este es el primer gobierno desde el retorno a la democracia que no puede emitir para endulzar el bolsillo en un año electoral”. Sin embargo, “utiliza esa herramienta, la única de que dispone, para suavizar el impacto de las distorsiones de la macroeconomía”: devaluaciones, salarios muy por atrás de la inflación y elevadas tasas de interés. Sobre esto último, el experto explica que “el Gobierno no subsidia a la producción, pero al consumo sí”.
El paquete de estímulos trata de compensar un segmento vital para el humor social, el consumo, muy golpeado a lo largo del año. Las corridas cambiarias y la incertidumbre económica, según interpreta Guillermo Oliveto, director de W, postergó la decisión de compras en los segmentos medios y altos, agravando el cuadro general. “No consume el que no tiene dinero en el bolsillo, pero el que tiene, tampoco”, interpretó el especialista.
El grueso de la batería de medidas, incluso los programas Precios Esenciales y Precios Cuidados, apuntan a la clase media. Lo mismo ocurre con el relanzamiento del “Ahora 12” (3, 6, 12 y 18 cuotas), con una tasa bonificada del 20% anual. Ante la necesidad de liquidez, muchos comercios salieron a ofrecer 12 cuotas sin interés en productos seleccionados.
A poco de andar, la venta de productos electrónicos y electrodomésticos se disparó. “En el primer fin de semana, la facturación aumentó entre 30% y 60%”, remarca el CEO del grupo Newsan, dueño de varias marcas, entre ellas Noblex, Philco, Atma y Siam. Galli interpreta que la devaluación impactó en el sector mucho menos que la contracción del crédito. “La suba en las ventas por el ‘Ahora 12’ demuestra que la gente compra por la financiación y no por el precio”. Según este ejecutivo, las ventas de electrónicos en 2019 venían cayendo 50% en unidades.
El Ministerio de la Producción acordó con las automotrices el plan “Junio 0km”, por el cual ofrecen modelos con descuentos de entre $50.000 y $232.000. En un encuentro con periodistas, el ministro Dante Sica celebró los primeros resultados: “Una marca informó que sus ventas aumentaron 40%”. Concesionarios y terminales proyectan despachar este mes alrededor de 6.000 unidades por encima de las 31.000 proyectadas. “Junio 0km” tiene un costo compartido entre el Estado(que aporta $1.000 millones) y los fabricantes (otros $1.000 millones).
En principio, el programa tendrá vigencia solo por este mes. Pero en la industria esperan extenderlo para compensar la fuerte contracción en el nivel de patentamientos que experimentan desde el año pasado. En mayo, las ventas interanuales de 0 km cayó 56%, según datos de la ACARA, un nivel muy similar al de las motos (55% interanual).
El economista Fausto Spotorno señala que el consumo puede repuntar, definitivamente, si los salarios se recuperan frente a la inflación.