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Aíslan una villa del conurbano tras confirmar 53 contagios

El escenario menos deseado, ese que planteaba temor e inquietud entre los sanitaristas, ahora tiene un nombre: en la Villa Azul, que comparte territorio entre Quilmes y Avellaneda, una de las más pobres de la provincia de Buenos Aires, se detectaron 54 casos de COVID-19 en uno de los operativos de control. Pero podrían ser más los infectados porque otras 50 personas presentaron síntomas compatibles con la enfermedad y ahora están en estudio.

El hallazgo provocó una reacción inmediata. Los intendentes de Quilmes, Mayra Mendoza , y de Avellaneda, Jorge Ferraresi , dispusieron el aislamiento sanitario estricto de la villa. Buscan limitar la circulación de las personas.

«Vemos al barrio en un abandono total, en la desidia de muchos años en donde la gente hoy vive en muy malas condiciones. Es ahí donde queremos estar, con quienes más necesitan y más postergados fueron. Dispusimos hacer un aislamiento sanitario, una cuarentena focalizada, para seguir cuidando la vida de quienes más nos importa, los habitantes de estos barrios».

La intendenta quilmeña aseguró que deben «poner el foco para poder controlar estos brotes, pero la transmisión comunitaria existe entonces no podemos relajarnos, vivamos donde vivamos». «Tenemos que seguir con las medidas preventivas de higiene, mantener el aislamiento. No tenemos que salir de nuestras casas si no es necesario hacerlo», concluyó.

Por su parte, Ferraresi dijo que el caso de la Villa Azul «es el primer barrio en donde sucede en la Provincia; estamos muy preocupados pero muy ocupados. Ojalá no se repita en otros lados», terminó.

No será una tarea simple. El asentamiento está sobre el acceso Sudeste, y tiene una población estimada de 5.000 personas -en jurisdicción de Quilmes- y otras 3.000 sobre​ el distrito que limita con Capital Federal. Está a menos de seis kilómetros de la capital y a metros (cruzando los carriles del Acceso Sudeste) de la Villa Itatí, donde viven 40.000 personas en condiciones tan precarias como en la Azul.

Este domingo​ la policía Bonaerense desplegó un operativo para reforzar los controles y custodiar los principales accesos al barrio. La municipalidad de Quilmes disponía de personal para realizar una campaña de información sobre las nuevas condiciones de vida y un punto más complejo: garantizar alimentos y atención a la población.

Los casos los encontraron después de tres jornadas de tareas del programa Detectar (Dispositivo Estratégico de Testeo para Coronavirus en Terreno de Argentina). Se relevaron en total de 813 Viviendas Y 3.128 Personas.

Los municipios con el Gobierno decidieron conformar un Comité Operativo de Emergencia y continuar con los operativos Detectar durante el resto  de la semana para saber si hay más casos. Según informaron en el área de Salud de Quilmes no hay pacientes graves. Y están a disposición los centros de emergencia montados en la Universidad Nacional de esa ciudad.

Este comité tendrá la participación de las áreas de Desarrollo Social, Salud y Seguridad de ambos municipios y de la Provincia, a partir de Unidades Sanitarias Móviles.

Durante la inspección también se detectan otros 50 casos sospechosos de los que se sabrá el resultado más adelante. Por ahora, esos vecinos están confinados en sus hogares.

«Esta acción se enmarca en la iniciativa municipal Cuidarnos en combinación con el plan Detectar, articulado con Nación y con Provincia. Estos programas nos permiten identificar vecinos que tengan síntomas compatibles con el virus para evitar la propagación del contagio y conversar sobre la importancia de continuar con la cuarentena y utilizar los elementos de protección necesarios», señaló Mayra Mendoza, que estuvo acompañada por el secretario de Salud local, doctor Jonatan Konfino.

Además, los empleados necesitarán que continúen trabajando en la búsqueda de casos probables de coronavirus en los barrios populares. En la tarea puerta a puerta se salió identificarán casos activos sospechosos de coronavirus ya su vez, notificarles a las personas que hayan tenido éxito dicha condición.

El episodio de Villa Azul confirma las peores hipótesis que preveían en el gobierno bonaerense.​ «Es probable que los afectados sean personas que viajaron a Capital. El virus está en esos lugares de condiciones precarias. Lo fuimos a buscar y lo encontramos», argumentan los especialistas de Provincia.

 

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